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jueves, 29 de agosto de 2013

Lo que mata es la humedad.

Hoy hablamos de hongos, de los no comestibles claro está.

Si estas dándole caña a tu cámara, sea verano o invierno, hay un tema que te interesa para evitar los temidos hongos.
Aparte de evitar el temido polvo en el sensor también tenemos que evitarlo en los objetivos, peeeeeeeeeeeeeero... hay un factor a tener en cuenta: los hongos. 

Este problemilla, además de que no se ven a simple vista algunos factores como las bacterias, el vaho y la humedad, son los responsables de su aparición (se terminó el soplar con la boca, ¿vale?). Esto no sólo ocurre en una lente fotográfica sino también puede suceder en microscopios, prismáticos, telescopios…



Para muestra un botón:
 
El mayor problema reside en que si no actuamos a tiempo, los hongos tienden a expandirse y a veces es más caro deshacerse de ellos que comprar un objetivo nuevo. Pero que no cunda el pánico, hay muchos bulos y leyendas urbanas como la del que domesticó a un hongo y ahora es su mejor amigo (aunque esta historia parezca real no lo es).

Establecer un orden y limpieza en nuestro material nos ayudará a evitar que este se deteriore más de lo necesario.

Guardar en sitios secos y frescos, como al buen vino, y añadir una de esas bolsitas desecantes de gel como las que vienen en las cajas de zapatos de los chinos (esto a mí me lo han contado, porque mis zapatos son todos de Christian Louboutin).

Evitar en lo posible cambios drásticos de humedad, cosa que ocurre por ejemplo: trabajando en exteriores durante un evento en un día lluvioso y entrar en el salón de celebración (condensación segura); a la salida del salón con aire acondicionado a 18º y temperatura exterior de 35º; trabajando en zonas húmedas o en días lluviosos.



Una cosa más, y al parecer  muy tonta; se condensa humedad muchas veces por el simple hecho de llevar puesto un filtro. Si quieres proteger tu lente utiliza el parasol; aparte de que no disminuyes la efectividad de ese objetivo que cuesta 1000 pavos poniéndole un plástico de dudosa calidad delante, tendrás menos problemas de enfoque y más rapidez en este.
 
Recuerda: los cuerpos de cámara cambian constantemente pero un objetivo te puede durar muchisimos años si lo mantienes en buenas condiciones.

Espero que esta entrada sea de tu agrado y disfrutes con ella. Yo sé de uno que se va a pegar un buen almuerzo gracias a las imágenes que la ilustran (en la próxima entrada os enseñare a hacer tortilla de champiñón).
 
Qué la luz os acompañe.

Una entrada de Ricardo Piquer.