Sabemos que una cámara fotográfica no es otra cosa que
una caja hermética a la luz con un objetivo en un extremo y un material
fotosensible al otro. La luz entra a través del objetivo y, tras un cierto
período de tiempo (determinado por el tiempo de obturación), la imagen queda
registrada. Por si no lo ves claro, no es ni más ni menos que una cámara oscura.
Pero ¿cuál debe ser mi exposición? O en otras palabras
¿Cuánta luz y durante cuánto tiempo tengo que exponer mi material
fotosensible?. La respuesta
es siempre la misma…tu exposición debe ser la correcta, la exposición que
plasme lo que quieres transmitir: movimiento, congelación (acordaos de entradas anteriores donde hablábamos de la velocidad de obturación), aislar al sujeto (recordad las entradas anteriores donde hablábamos de contar una historia mediante eldiafragma).
Para todo esto
tenemos que tener en cuenta tres factores:
ISO, diafragma y velocidad.
ISO. En la época analógica, antes
de comprar tu carrete o rollo, tenías que decidir de antemano la sensibilidad con la que ibas a trabajar. Ahora, en la era digital, es un paso
de ruleta más; algo muy cómodo, práctico y que da buenísimos resultados.
Diafragma.
Con él decidiremos
la profundidad de campo que queremos conseguir.
Velocidad.
Determinará el grado de movimiento o congelación que nos exija nuestra toma.
Para ello tendremos
que tener muy muy claro dónde y cómo estamos midiendo la luz de la escena. Según lo actual que sea nuestra cámara, esta
puede tener dos o más opciones en cuanto a modos de medición, cada uno indicado
especialmente para medir la luz reflejada y estimando una zona determinada con prioridad
a otra.
Modos de Medición.
Medición Ponderada al Centro.
En este método, también llamado promediado central, el fotómetro intenta equilibrar los valores de medición. Da más prioridad a la luz que mide en el centro (con el sistema puntual), pero además tiene en cuenta los valores que recoge de la zona externa a esa superficie.
En este método, también llamado promediado central, el fotómetro intenta equilibrar los valores de medición. Da más prioridad a la luz que mide en el centro (con el sistema puntual), pero además tiene en cuenta los valores que recoge de la zona externa a esa superficie.
Medición Matricial.
El más complejo de los tres, funciona bien en el 90% de las situaciones. Lo más probable es que sea el ajuste de la cámara por defecto. Este método de medición a través de una matriz con más o menos puntos, (cuanto más moderna más puntos) recoge los distintos valores de luz en cada uno de ellos.
El más complejo de los tres, funciona bien en el 90% de las situaciones. Lo más probable es que sea el ajuste de la cámara por defecto. Este método de medición a través de una matriz con más o menos puntos, (cuanto más moderna más puntos) recoge los distintos valores de luz en cada uno de ellos.
¿Qué (ISO), cuánto (tiempo) y, con qué (diafragma)?
En definitiva tienes que ser tú y no tu cámara quien decida
cuanto tiempo, qué diafragma y qué velocidad utilizar en cada caso. Para ello ten siempre presente el triangulo de Exposición formado por ISO, Velocidad y Diafragma
Por cierto, lo de el 3D estoy en ello. Jo jo jo jo …
Una entrada de Ricardo Piquer para Abad escuela.
¡¡¡QUÉ LA LUZ OS ACOMPAÑE!!!