Pero el arte no está en los pinceles, sino en el pintor y en su sapiencia a la hora de utilizarlos. Con sólo un par de flashes de mano y algún elemento reflector podemos crear imágenes en la que la iluminación sea la principal responsable de un determinado ambiente mágico y diferenciador. La creencía generalizada nos dice que la peor y más horrible forma de iluminar es con los flashes incorporados de las cámaras, habría que matizar que esto dependerá del resultado que busquemos y del buen o mal uso que hagamos del mismo.
Foto de David Morgan para Sergio Photographer |
Terry Richardson, célebre fotógrafo de moda, usa el flashazo como arma potenciadora de sus imágenes provocadoras de alto contenido sexual, lo que le ha servido para encumbrarse entre los fotógrafos de moda y publicidad que más trabajan en la actualidad.
Pero Richardson es la excepción que confirma la regla, cualquier fotógrafo con un portfolio basado en su técnica deberá aportar mucho más para que su trabajo sea tomado profesionalmente en serio. Un buen uso del flash implica resultados ausentes de sombras de contorno y de lo temibles ojos rojos.
Terry Richardson. Campaña para Sisley. |
David Alan Harvey. Living Proof I. |